
¿Recuerdas la historia? La sirenita vivía en el mar con su padre y sus hermanas y tenía un gran sueño: poder subir a tierra porque se había enamorado de un bello príncipe. Para cumplir su deseo, hizo un trato con una bruja que la engañó y cambió su preciosa voz por unas piernas humanas, perdiendo su cola de pez. Aunque no pudo alcanzar su sueño de casarse con su querido príncipe, prefirió morir ella antes que lastimar a su amado y romper el hechizo que la liberaría. ¡Qué romántico! Bueno, no te pongas triste, al final del cuento las hadas llevaron a la sirenita a vivir al cielo, donde pudo ser feliz !
La estatua de la sirenita se ha convertido, con el paso del tiempo, en el monumento más famoso de Dinamarca. Está esculpida en bronce y es muy pequeñita, solo mide 125 cm, ¡seguro que tú eres ya más alto! Si visitas Copenhague este verano, no olvides hacerte una foto junto a ella !!
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