A veces ocurren en el mundo emergencias y catástrofes, causadas por terremotos, tormentas tropicales, explosiones de volcanes o grandes inundaciones.
Son desastres inesperados y cuando se producen, mucha gente afectada necesita ayuda urgente: hay que rescatar a personas en peligro, curar a los heridos, conseguir alimentos, medicinas, atender a los niños y bebés… Es muy complicado, porque las carreteras han quedado destruidas, no hay electricidad, y se han derrumbado casas, hospitales y otros edificios. Y todavía es peor si ocurre en un lugar donde ya había muchas personas necesitadas antes de la emergencia, como en países pobres de África. Son momentos difíciles.
En estos casos, todos debemos intentar ayudar en lo posible, primero desde los países vecinos, y si es necesario también desde lugares más lejanos. ¿Sabías que la Unión Europea es el mayor donante del mundo de ayuda humanitaria? Sí, es la organización que más dinero da para ayudar a los pueblos que viven estas situaciones tan duras.
La Unión Europea decidió organizar un sistema para poder socorrer de forma rápida a las personas tras una emergencia y creó la agencia ECHO para que coordinara nuestra ayuda.
ECHO celebra su 20 cumpleaños y los europeos podemos estar orgullosos de todo lo conseguido gracias a nuestro esfuerzo. Así por ejemplo, el año pasado ayudamos a 160.000 niños africanos que tenían hambre y necesitaban alimentos en la región del Sahel; también realizamos proyectos en Haiti y en Japón, para ayudarles tras los terremotos que ocurrieron en estos países.
¡Somos solidarios! Porque en el mundo es fundamental ayudarnos unos a otros en los momentos difíciles.
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