Como os hemos contado en el blog, pertenecemos al club de países amigos de la Unión Europea.
Al igual que los hermanos y los amigos comparten cosas, también los países europeos compartimos nuestros productos en un gran mercado común.
Esto es una buena idea, porque antes en España era más difícil comprar cosas de otros países: eran más caras y había menos variedad. Ahora que estamos en la Unión Europea podemos encontrar en nuestro supermercado los mejores productos de cada país y a buen precio: por ejemplo, salchichas alemanas de Frankfurt, que están muy ricas, helados italianos, quesos de Francia, chocolate belga... ¡Genial!
También nuestros agricultores pueden vender las frutas y verduras de su huerta a los países europeos del norte, donde hace más frío y menos sol y no pueden cultivar fresas o naranjas. ¡El mercado único tiene ventajas para todos!
Al igual que los hermanos y los amigos comparten cosas, también los países europeos compartimos nuestros productos en un gran mercado común.
Esto es una buena idea, porque antes en España era más difícil comprar cosas de otros países: eran más caras y había menos variedad. Ahora que estamos en la Unión Europea podemos encontrar en nuestro supermercado los mejores productos de cada país y a buen precio: por ejemplo, salchichas alemanas de Frankfurt, que están muy ricas, helados italianos, quesos de Francia, chocolate belga... ¡Genial!
También nuestros agricultores pueden vender las frutas y verduras de su huerta a los países europeos del norte, donde hace más frío y menos sol y no pueden cultivar fresas o naranjas. ¡El mercado único tiene ventajas para todos!
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