En Polonia, país del norte de Europa de gran tradición católica, ya hace varios días que están preparando los dulces y galletas navideñas que ellos llaman kluski o pierogi, que se comerán el día de Nochebuena o Wigilia. En esta noche, las familias se reúnen en cuanto empieza a oscurecer, alrededor de una mesa decorada con heno bajo los platos, como recuerdo del nacimiento de Jesús, así como con dinero y una escama o espina de pescado que garantizarán un año lleno de bienes. También es costumbre poner un cubierto más en la mesa como recuerdo de los que ya no están y compartir obleas de trigo, que los comensales parten como símbolo de reconciliación y paz.
Como curiosidad os contaremos que es el país que más disfruta de su árbol de Navidad: no se quita hasta el 2 de febrero, que es cuando acaba la época navideña en la iglesia !!
Bolo de rei |
Los portugueses cenan la célebre consoada, una comida compartida con familiares y amigos, compuesta generalmente por pescado y patatas con verduras. De postre toman el Bolo de Rei, un bizcocho relleno de nueces y frutas, parecido a nuestro roscón de reyes. Esta noche es costumbre también asistir a la missa de galo o misa de gallo donde al final de la ceremonia, besan los pies de una figura del Niño Jesús.
En Alemania, después de la cena en familia, los niños son conducidos a otra habitación hasta que suena la campanilla, detrás de la puerta del salón, que les avisa que ya pueden ir al árbol de navidad a recoger sus regalos. Antes de abrirlos es condición indispensable cantar el villancico «Stille Nacht, heilige Nacht» o Noche de paz.
En Letonia ocurre algo muy parecido a Alemania: los niños recogen sus regalos pero aquí, en vez de cantar un villancico, se recita una poesía. Y también tienen la costumbre portuguesa de encender hogueras con la intención de acabar con la mala suerte!!
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